lunes, 5 de diciembre de 2016

El cuento de la princesa Kaguya


Otra de animación japonesa, también nominada a los Oscars y también de los estudios Ghibli.
El cuento de la princesa Kaguya  de Isao Takahata nos presenta una historia basada en el cuento tradicional japonés, El cortador de Bambú.

Un anciano campesino se encuentra un día con un bambú mágico del cual surge lo que parece ser una minúscula niña. Tomándola por un regalo del cielo su mujer y él, que nunca pudieron tener hijos, deciden adoptarla. Va creciendo felizmente a toda velocidad con la sencilla vida de campo, hasta que su padre adoptivo encuentra más cosas dentro del bambú mágico: Ropas y oro. El matrimonio llega a la conclusión de que su misión es convertir a Kaguya en la princesa que debería ser, por lo que se establecen en la ciudad en un nuevo palacio mandado construir para la ocasión con las riquezas encontradas.

Si me leeis habitualmente de sobra sabéis que no me entusiasman demasiado las pelis para niños (o para todos los públicos). Aunque os insistan en lo contrario no os dejéis engañar; esta lo es. O sea que por mucho que tenga premios aquí y allá partimos de base desde un escalón inferior (de acuerdo, en mi mundo).

Dicho esto El cuento de la princesa Kaguya no está nada mal, hay que reconocerlo.
Muy bonitos dibujos hechos a mano con sus trazos imperfectos inspirados en las tradicionales xilografías y grabados del estilo Ukiyo-e, típico del Japón del siglo XIX.

La historia tiene ese extraño encanto de los cuentos tradicionales, sin acaramelar, con sus momentos agridulces o directamente tristes, vaya, como han sido los cuentos para niños durante siglos hasta la aparición del señor Walt Disney. Tiene también más o menos su trasfondo, que vendría a ser una alegoría sobre el ciclo de la vida, especialmente representado en el crecimiento de los hijos.

Y todo mantiene un carácter tradicional, las canciones campesinas, los colores, la música de Koto….todo, hasta que aparece “la comitiva”. No os puedo decir a que me refiero porque os haría spoiler. Pero es que la musiquita de fondo de ” la comitiva” parece un villancico de música de librería sonando en el SEPU para no pagar derechos de autor.

Pero en fin, quitando ese desconcertante momento, se deja ver. 

Calificación final: Bonitos dibujos...hasta “la comitiva”.


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