lunes, 22 de mayo de 2017

Diré tu nombre

A nadie se le escapa que el actor Sean Penn tiene fama de rudo y violento, especialmente desde que fue acusado de malos tratos por Madonna. Tal vez por eso se esfuerza continuamente en aparecer como un hombre sensible, arriesgando el todo por el todo en los papeles que escoge. Suele ser bastante valiente en sus interpretaciones, pero también en su activismo político. Es un tipo que no se calla ni debajo del agua lo que hace que sea bastante odiado por determinados sectores conservadores de la sociedad. Pues bien, hoy tenemos una peli dirigida por él: Diré tu nombre, en la que auna con relativo acierto su sensibilidad artística y su conciencia social.

Durante la guerra civil de Liberia de 2003, Wren, (Charlize Theron) directora de la organización Médicos del Mundo viaja allí para evaluar la situación sobre el terreno. Durante su estancia conocerá a Javier (Javier Bardem) carismático y esforzado médico del que se enamorará profundamente. Sin embargo, tras vivir un tórrido romance, verán sus caminos separados en gran parte debido a sus maneras opuestas de enfrentarse a la tragedia humana de las que son testigos.

La verdad es que creo que a Sean Penn le habría venido mejor esta vez dejar de lado su faceta sensible porque la cierto es que la historieta de amor resulta un poquito cursi y algo cargante.
Me parece interesante que cada uno de los amantes represente una postura sobre como solucionar los problemas del tercer mundo. La de Wren, a través de las instituciones y de manera global, y la de Javier, dejandose la piel sobre el terreno ayudando a cada persona cómo se pueda. De hecho me pregunto si hay un intento de simbolismo al representar en dos amantes dos ideas que se abrazan en sus fines pero no en sus medios. Buen intento Sean, pero te ha salido un poco moñas la cosa.

Contrasta la crudeza de algunas escenas bastantes fuertes, que hacen que nos horroricemos y se nos pase por la cabeza ir allí a hacer algo por esa gente, con las escenitas amorosas de trasluces y desenfocados con tono tristón, que hace que miremos el reloj y empecemos de nuevo a pensar en nuestras mierdas diarias.

A ver, en el Festival de Cannes, donde fue presentada, la pusieron a parir pero personalmente creo que no está tan mal. Tiene los defectos ya descritos más arriba, pero la parte activista está contada con bastante honestidad, sin escatimar al espectador ni un ápice de la crudeza que se vive en ese tipo de conflictos. Pese a la bajona general que produce el romancito, la peli está narrada con buen pulso, con una fotografía bastante original y con una acertada banda sonora. Y los actores están más que correctos, la verdad.

Pero no quiero terminar de manera demasiado positiva. Hecho en falta en la película para ser más realista, más moscas, mas roña, más pelos sucios, más barro. Hasta cuando se levantan de la cama tienen una caída coqueta de pelo y cuando van por ahí de selvas no se ve ni una mancha de sudor en sus camisas. Oye, que igual Charlize Theron y Javier Bardem no sudan, ¿eh? que puede ser...

Calificación final: ¡Ya dije que el acierto era relativo!

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