lunes, 3 de julio de 2017

Cashback

¿Que ocurre cuando quieres hablar sobre artistas pero tú mismo ni lo eres ni en realidad te interesa el tema un carajo? Pueden pasar dos cosas: que hagas el anuncio de compresas de "a qué huelen las nubes" o que dirijas la cosa esta de Cashback.

La peli va sobre un estudiante de arte con un careto de pringado proverbial (Sean Biggerstaf) que rompe con su novia. A raíz de eso le entra insomnio, y para aprovechar ese tiempo que está despierto se le ocurre la genial idea de ponerse a currar de reponedor en un supermercado nocturno. Allí conocerá a varios descerebrados como él, pero de los que no se las dan de intelectual, y se enamorará de una cajera con cara de señora mayor (Emilia Fox).

Si os interesa el final de la historia no hace falta que la veáis, os lo acabo de contar. Si amigos y amigas, tu vas con esta caca de guión a unos productores y resulta que les parece los suficientemente bueno como para arriesgar unos cuantos cientos de miles de libras. Para que luego digan del cine español, en Inglaterra también se cuecen habas, aunque eso sí, al menos han sido capaces de encular la película a un canal de televisión...Mierda, me acabo de dar cuenta de que ese canal es español. (Aquí, carita de decepción con gota de sudor del whatsapp).

Gran parte de Cashback de Sean Ellis está narrada en primera persona por el aspirante a artista en un tono supuéstamente trascendental, serio y hasta poético, pero no creáis que el chaval está pensando continuamente en la insoportable levedad del ser, o en el caliguliano deseo imposible de alcanzar la plenitud. No, son todo mierdecitas sobre la novia con la que ha roto. No dudo de que cada hijo de vecino tiene su propia historia más o menos triste de desamores, pero precisamente por eso, porque cada uno tenemos la nuestra, los directores debieran cortarse un poco de revestir una historia vulgar, común y corriente de un personaje más bien bobo y moñas de semejante halo espiritual.

Pero no os lo perdáis, ¡que encimas se supone que es una comedia!. Claro, el contrapunto gracioso lo dan sus nuevos compañeros de curro. El salido, el bufón, el friki del kung-fu y el prototípico jefe patético y ridículo con ínfulas de líder de tres al cuarto. En fin, una mala copia del mundillo Kevin Smith pero diez años después. Clerks (la primera de Smith) es del 94 y esta del 2005, o sea trasnochada incluso antes de nacer.

Lo peor es que supone que toda la percepción del personaje principal es la de un artista sensible que percibe cosas que el resto de los mortales no ve. Pero lo cierto es que lo que percibe no son más que una retahíla de lugares comunes, tópicos tirando a machistas y obviedades más propias de una función de fin de curso escrita al alimón por los alumnos de 3º de la ESO de un colegio concertado que de un señor adulto que dirige películas en la Gran Bretaña.

En definitiva, Cashback es una de esas cosas que hace la gente a veces para ver si liga algo haciéndose el sensible aun siendo en el fondo un patán.

Calificación final: Es probable que os hayáis cruzado al director en Benidorm volviendo de noche a su hotel para hacer balconing.


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